Caballero y princesa,
cortejo de barones,
sonrojos de cortesana.
Vacilaciones de sorpresa,
acercamiento tímido,
admiración mutua,
sin más.
Y se rompe la tensión
del miedo a encontrase
con locuras de pasión
y sólo queda...
Caemos, caes.
Risas terminadas en dulzura,
y tus perlas brillan,
hablan,
y transmiten con suavizad.
Delicadeza,
qué menos que cuidarte.
Señor por fuera,
niño de verdad,
tierno por tanto.
Y compartiendo jovialidad,
sintiendo libertad,
vanidoso presumir
orgullosas cualidades,
cuales son elixir.
Liberales no conocen de cobardes,
tampoco saben de rencor.
Miedo.
(Leticia María Moratinos Alonso)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Bueno bueno bañezana ahora poetisa :)! muy bueno el poema, de hecho creo q vas a ser la cabecera de mi blog la próxima temporada jajajaja!
ResponderEliminarun beso!