miércoles, 28 de julio de 2010

pasado de cualquiera

Caballero y princesa,
cortejo de barones,
sonrojos de cortesana.

Vacilaciones de sorpresa,
acercamiento tímido,
admiración mutua,
sin más.

Y se rompe la tensión
del miedo a encontrase
con locuras de pasión
y sólo queda...

Caemos, caes.

Risas terminadas en dulzura,
y tus perlas brillan,
hablan,
y transmiten con suavizad.

Delicadeza,
qué menos que cuidarte.

Señor por fuera,
niño de verdad,
tierno por tanto.

Y compartiendo jovialidad,
sintiendo libertad,
vanidoso presumir
orgullosas cualidades,
cuales son elixir.


Liberales no conocen de cobardes,
tampoco saben de rencor.
Miedo.



(Leticia María Moratinos Alonso)