lunes, 23 de marzo de 2009

No mezclemos (I)

El otro día hablando sin más en una conversación salió a colación la relación existente entre política y religión. Es una cuetión que en mi caso ya se ha planteo varias veces y en diferentes ámbitos y siempre se llegaba a dar como conclusión, eso mismo, una relación de ambos. Sin embargo, ahí ya... veo, como necesidad personal, justificar el por qué no deberá de existir la misma, si en verdad existe, y etablecer más bien una distinción.
En primer lugar y a modo de introducción, dar una explicación concreta de lo que me ha llevado a hacer esta reflexión y es que... me corrompe por dentro englobar la religión dentro de la derecha política. Por tanto, no me queda otra que desglosar conceptos y llegar a una verdadera y justificada conclusión, al menos, personalmente.
La verdad que el tema en sí da para muchas y muchas líneas, por ello, no quiero emborrachar de una sola vez a quien quiera comparir la lectura de unas pocas letras y dosificarlo con posteriores entradas. También, quiero ponerme a la defensiva ya desde el principio diciendo que la fundamentación de dichas reflexiones las hago con la RAE en mano. Si ofende algún que otro párrafo, puedo publicar una bibliografía, no me cuesta nada. Y ya ves, que hasta para dar un punto de vista personal de cualquier cosa, claro que tiene que existir una fundamentación base, si no, dejaríamos a la ignorancia pasear a su libre albedrío.

Por tanto, mi querido amigo,me apetece avanzar la conversación que dejamos colgada el otro día y que quiero retomar con tus puntos de vista a partir de aquí.
Para explicarlo, creo que tengo que desnudarme un poco para que no haya malos entendidos, y qué mejor forma de exponer que con algún temilla de actualidad para desglosarlo todo. Concretamente, podríamos partir de un tema bastante de moda, el aborto. Pero no vamos a hablar del aborto, más bien vamos a conocer la raíz de los diferentes puntos de vista.
Ha sido muy criticada, por ejemplo, la postura que ha manifestado públicamente la Iglesia. También es tema de actualidad que se debe a la propuesta de Ley de Plazos por parte del Gobierno. Y a partir de aquí es de donde salió la conversación.
Son muchas las posturas en este tema en concreto y muy diferentes, pero todas respetables. (Ahora es cuando me viene así de repente una frase de Voltaire, creo que era, sí, que viene bastante a cuento, y es que "aunque no esté de acuerdo contigo, defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo").
Pues bien, parece que me está costando expresarme y no es para menos. Vayamos por partes: Partiendo de este ejemplo, llego a la conclusión de que se generalizan muchas posturas y se critican en conjunto. Quiero decir, por un lado, centrémonos en el ámbito político. Dentro de éste, distingamos derecha e izquierda y, profundizando algo más, la gran pregunta cuya contestación afirmativa hace que me "chirríen" los oídos: si la izquierda opina "x", ¿la derecha está conforme con la doctrina de la Iglesia?
Aquí me gustaría diferenciar, por tanto, los diferentes conceptos que intentamos definir mi amigo y yo y qué es lo que da para escribir líneas y líneas, lo que autores en la historia han explicado en libros y libros. Dichos conceptos ( y todo tiene relación con mi inquietud) fueron política, religión y moral.
Empezando por la política, deberíamos incluir la moral, tanto a un lado "del río" como al otro (o al menos, desde la ingenuidad, es lo que creo). A este punto sí que habíamos llegado, el incluir la moral dentro de la política. Se dice que en el conjunto de las relaciones humanas, el ámbito de lo político aparece ineludiblemente vinculado a todos los demás ámbitos (economía, cultura, religión también, etc), no es independiente. En estas relaciones hay intereses contrapuestos, como es lógico, y la política tiene un núcleo público de intereses y actividades que entran en juego y compiten. El juego es la política, el terreno de juego podría ser, por ejemplo, la democracia y una de las reglas del juego, entre otras, la moral. Comenzamos el partido y aplicamos la regla de la moral, la cual nos dice lo que está bien o mal para un equipo o lo que está bien o mal para el otro. Los jugadores son varios en cada equipo, pueden ser más o menos, pero cada uno completa al otro o se completa a sí mismo de forma individual con factores nuevos que se incluyen en el juego, los valores.
Llegando a una primera conclusión podríamos decir que el equipo "derecha" está formado por unos valores que le caracterizan al igual que su oponente. "Derecha" e "izquierda" persiguen unos objetivos de una determinada forma. Ello se debe a lo que aporte cada individuo, pero cada colectivo tendrá características en común que les defina.
Por todo ello, no veo para nada necesario incluir la religión en uno u otro equipo, es impensable. No obstante, hemos dicho que existe una indiscutible relación entre la política y la religión. Y he ahí donde escribiría... iba a decir que hasta que se me terminase la tinta del "Jordi Labanda", pero no, más bien hasta que saliera humo del ordenador.

Simplemente, yendo por partes, merece una gran extensión la distinción entre religión y política, la cual, comentarla en otra ocasión, me parecería un placer.

1 comentario:

  1. http://losdosladosdelmanzanal.blogspot.com/

    Ya tengo uno propio, espero que pases alguna vez a leerme

    Besitos

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