lunes, 27 de abril de 2009

Cuestionemos las redes sociales

Últimamente ya estoy un poco... harta de la calificación que te hacen por pertenecer a una red social de internet. Porque sí, pertenezco a una red social ¿quién no pertenece a cualquier red social? ¿¿quién no está de alguna forma en internet??? Pero aquí, por tanto, debemos analizar el significado de formar parte de este otro mundo que ofrece internet.
En parte, cuando te atribuyen una crítica negativa, es difícil llevar la contraria, así que, veamos por puntos lo que supone este espacio sin límites.
Para empezar, creo conveniente que tengamos en cuenta dos significados que aparecen en la RAE (¡qué gran libro la RAE!), cuales son la libertad y la seguridad. Me meto con dos conceptos muy amplios y muy significativos dentro de internet. Hablar de estos dos conceptos se pueden atribuir a multitud de ámbitos, pero concretamente en este contexto, creo que es bastante interesante y discutible.
Todos sabemos lo que es internet, lo que ofrece, (y si no lo sabemos todos pues... que quieres) un espacio inmenso en el que participamos todos de cualquier manera. Podríamos comentar infinidad de conflictos que genera, pero ya es bastante con el que me centro.
Centrándonos un poco más, mencionemos una red social de moda, entre otras: tuenti. Es más, tengo la necesidad de elogiarla. Tuenti no fue otra más que un proyecto fin de carrera la cual en tres años está en los "favoritos" de casi todos los ordenadores de sectores concretos, como es el de universitarios. Claro está que no sólo hay universitarios, sino que también hay menores, etc, etc. He aquí el momento en el que yo reconozco la seguridad que proporciona como red social.
Haciendo un pequeño recorrido, cuando internet empezó a estar en unas pocas casas los "chats" fueron el primer "boom". Chatear, ya no supone irse de "chatos", sino de un nuevo y moderno concepto de conversar a traves de la red. A raíz de éstos, personas hablaban con otras sin conocerse de nada. Llegó el punto en que se mantenían relaciones con gente desconocida. Posteriormente se unieron a estos las redes sociales, redes formadas por miles de personas. Por otro lado, nos encontramos con el messenger. Aquí hay notables diferencias entre chats y messenger. Este último es más utilizado, normalmente, de conversación con tus conocidos, ¡el invento más cómodo inventado! (valga mi infantil redundancia).
Los chats y estas redes sociales se convierten en peligrosas, no hay control, no sabes con quién te puedes encontrar. Es más, metiéndome un poco más con estas redes, mucha gente demuestra que las utilizan por soledad y conocer a alguien. Para ello hay que venderse, y, no siendo en persona, más idílicos se pueden volver cualquiera de quien participe. No critico ni para bien ni para mal el uso de éstas, concretamente, digo lo que hay. Cabe dentro de la responsabilidad de cada uno el como quiera venderse a sí mismo sin la convicción de con quién va a encontrarse.
Como matiz principal, considerar que en ciertas redes utilizadas de este modo nunca llegarán a ser conocidas por ningún conocido. Estas redes incluso tienen la posibilidad de estar abiertas a ver a cualquier persona sin su permiso, a un simple click. Cualquier niña de 13 años, puede aparentar o decir que tiene 18... y mil ejemplos más.
Ahora la red social de moda, entre otras, es tuenti. No sé hasta qué punto se estará de acuerdo conmigo respecto a la seguridad que proporciona esta página, necesito expresar mi opinión. Internet no tiene límites tampoco en las edades, dicha red tampoco, por tanto, sus beneficios frente a otras: muchos menores forman parte, son parte porque sus amigos les han invitado, es una red para mantener contacto con conocidos. Claro que existe la posibilidad de tener a más gente desconocida, pero, si tenemos en cuenta que todo lo que pones va ha ser juzgado para bien o para mal, más razón para estar en internet dentro de un límite seguro y responsable. Pueden existir prodigios de los ordenadores que con una clave accedan a verte, puede, pero no van a ver nada que quieras ocultar de verdad. Internet te deja mostrarte a ti mismo o a quien tú quieras ser. El típico ligoteo... es gracioso, pero quien entra en esta red concreta en ese plan, se va. Existe un supremo control de los demás. Vivimos por las opiniones ajenas (en general), por tanto es algo importante para la seguridad de muchos menores y no tan pequeños. Cabe la libertad de sobrepasar ese límite, pero internet es así y tiene que ser así. La seguridad aquí te la imponen los demás, como ocurre en lugares ajenos a internet respecto a las actitudes mismas.

El planteamiento ya está hecho, ahora hagamos ese balance entre la seguridad y la libertad.


Benjamin Franklin: quien sacrifica la libertad en nombre de la seguridad, no merece ni la libertad ni la seguridad.

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